MI ABUELA
La entrevista se la he hecho a mi abuela Paula Perez, nacida el 25 de febrero de 1945 en Castro Urdiale, y que luego se mudó a Zarautz. No vivió ninguna guerra pero sí su madre. Y le contaba historias sobre la guerra, lo mal que lo pasaban, no tenían mucho para comer...
-¿Cómo era tu infancia?
-Mi madre se iba a trabajar y yo me quedaba en casa cuidando de mis cuatro hermanos ya que yo era la hermana mayor. Nuestro padre murió cuando tan solo tenía 34 años y cuando yo tenía 5. Cuando no tenía que cuidar de mis hermanos me iba a jugar a la calle con mis amigas. Y aparte de perder a mi padre a los 5 años, tuve una infancia muy feliz.
-¿Ha cambiado algo desde tu infancia hasta la de hoy en día?
-¡Mucho! Ha cambiado muchísimo. En nuestra infancia nos divertíamos con cualquier cosa, hoy en día todos los niños tienen un móvil con juegos y siempre salen con los móviles. Cada vez que salgo a la calle, hay niños que en vez de jugar como niños al escondite están jugando con el móvil a cualquier juego.
-¿Qué hacías cuando tenías mi edad?
-Cuando tenía tu edad ya cuidaba menos de mis hermanos ya que eran más mayores. Estudiaba en casa después del colegio, cuando terminaba de hacerlo o hacer los deberes salía a la calle y me iba a jugar con mis amigas.
-¿Con qué jugabas cuando eras pequeña?
-Yo me conformaba con una cuerda, unas piedras o cualquier cosa para pasármelo bien y jugar con mis amigas. Saltábamos a la comba, tirábamos piedras a los cuadrados del suelo y saltábamos con una pierna hasta llegar al cuadrado donde estaba la piedra. También jugábamos al escondite, al pilla pilla y muchos juegos mas.
-¿Qué hacías en tu tiempo libre?
-Normalmente cuando tenía tiempo libre me iba a la calle a jugar a cualquier cosa hasta la hora de cenar. Y otras veces me quedaba en casa jugando con mis hermanos y mi madre, todos en familia.
-¿Ibas de vacaciones en verano?
-En verano no íbamos de vacaciones pero una u otra vez solíamos ir al caserío de mi madre con la familia y ahí pasábamos algunos días geniales.
-¿En qué colegio estudiabas?
-Yo estudiaba en el colegio Inmaculada, era un colegio de monjas, pero hoy en día el colegio esta cerrado.
-¿Fuiste a la universidad?
-Yo no fui a la universidad ya que tenía que ayudar a mi madre, y a mi personalmente no me apetecía mucho. Y yo creo que no me arrepiento mucho ya que tengo una vida muy feliz y una familia maravillosa.
-¿En que has estado trabajando hasta la jubilación?
-Y estuve trabajando en algunos sitios.. Un trabajo era en un taller de telefonía, todas estábamos como en una oficina y cada una cogía su teléfono. Otro trabajo que tenía era el de cuidar a unos niños pequeños y lo último ayudé un poco a mi madre con su tienda. Y dejé de trabajar cuando me casé.
-¿Cómo conociste a tu marido?
-Conocí a mi marido bailando. Estábamos en la Musika Plaza y cuando había fiesta él venía desde Zumaia. Un día mis amigas y yo nos juntamos con ellos bailando, y así es como le conocí, yo con 19 años y él con 18 años y desde ahí nos fuimos viendo.
-¿Con cuántos años y dónde os casasteis?
-Yo tenía 24 años y el 23 años. Nos casamos en la Parroquia de Zarautz, y fue uno de los días más felices de mi vida. Y le sigo queriendo igual desde ese día aunque le echo mucho de menos.
-¿Cuántos hijos has tenido?
-He tenido dos hijos. Una niña y un niño.
-¿A qué edad tuviste tus hijos?
-La primera la tuve a los 25 años y se llama Diana, y el segundo lo tuve con 32 años y se llama Gaizka y el nacimiento de este fue más complicado.
-¿Cómo son?
-Para mí son unos hijos muy buenos y cariñosos aunque fueron malos estudiantes. Pero eso no les impidió nada, ahora cada uno tiene su familia. Diana tiene un marido y tres hijos preciosos, y Gaizka una mujer y dos hijas preciosas. Y ninguno me ha dado un disgusto. Y Diana se parece mucho más a mi y Gaizka se parece a mi marido.
-¿Tienes alguna anécdota?
-Si, mi hermana y yo nos casamos con nuestros respectivos maridos el mismo día en la misma Parroquia.
En mi opinión la infancia de su tiempo era más divertida a la hora de jugar, ya que no tenían la tecnología de ahora y para divertirte tenías que salir a la calle, y no quedarte mirando a una pantalla. Aunque mi infancia no fue con tanta tecnología como las de ahora. Y para mí, mi infancia también fue muy divertida, pero a decir la verdad a la hora de jugar preferiría una infancia como la de mi abuela